El diseño se basa en el sistema de lectura de las horas en España, las horas comprendidas entre la media y la hora en punto se dicen de la forma “la HORA que sea MENOS veinticinco, MENOS cuarto, o MENOS cinco” y las horas comprendidas entre la hora en punto y la media se dicen de la forma “La HORA que corresponda Y diez, Y cuarto, o Y media”.
En la esfera se establecen dos círculos concéntricos, el interior correspondiente a las horas, y el exterior a los minutos, por otra parte, los dos círculos se dividen en doce sectores circulares correspondientes a los periodos comprendidos entre cada hora media y la siguiente.
En cada uno de los sectores del círculo interior, está impresa la hora y en el sector correspondiente del círculo exterior se leen los minutos, pero, con la siguiente nomenclatura: Y 5, Y 10, Y cuarto, Y 20, Y 25 e Y media, y continúa con Menos 25, Menos 20, Menos Cuarto, Menos 10, Menos 5 y En Punto.
El diseño solo no es suficiente para llegar a todo el mundo.
Cuando hicimos los primeros relojes de pared, de una forma totalmente artesanal, y lo pusimos en manos de los profesionales de la enseñanza, en el colegio de integración, en los centros de atención temprana, y en el colegio de educación especial Virgen de Lourdes, nos empezaron a pedir más relojes para otros profesores y para el resto de aulas y talleres, empezamos a buscar la forma de mejorar el diseño y la ejecución de los relojes, íbamos atendiendo los pedidos de la mejor manera posible, pero siempre de manera artesana.
Pero a la vez que nos pedían relojes de pared empezaron a decirnos que el reloj de pulsera podía ser de mucha utilidad y con esa premisa empezamos a investigar.
En un reloj pequeño el tamaño de las letras, los números y las líneas de división no podían ser igual que en el grande, por lo tanto lo modificamos todo y rediseñamos el dial, el resultado era mucho más bonito de lo esperado inicialmente y se adaptaba bien a otros tamaños, hicimos muchas pruebas, pusimos el logo, lo cambiamos de sitio, hasta llegar a los diseños actuales. Montamos, también de manera artesanal, distintos modelos, pequeños despertadores, relojes de bolsillo, y relojes de pulsera de distintos diámetros, gustaban mucho pero los de pulsera no eran fiables, las manillas rozaban con la esfera y se retrasaban o paraban.
La única solución posible pasaba por ponernos en manos de profesionales, y aunque los costes iniciales eran muy elevados, de pronto, surgió la oportunidad mediante el patrocinio del reloj de pulsera por una entidad financiera para un evento. En ese momento iniciamos las negociaciones y con la idea del patrocinio, hicimos el primer encargo y nos embarcamos en la fabricación. Cuando todo estaba en marcha, nuestro patrocinador consideró inviable el coste para sus fines y nos quedamos en la estacada.
Las opciones eran dos, seguir por nuestra cuenta o desistir, pero la decisión ya la habíamos tomado hacía mucho tiempo, allá por el mes de marzo del año 2014, y ya no pensamos parar, y vamos a seguir.
Por eso hoy tenemos el primer Reloj Angelote de pulsera.